Para los creyentes esto podría ser un milagro o para los que no creen, una obra del destino tal vez, para otros la pericia de los médicos o tal vez las ganas de Fico de salir adelante, o quizás una mezcla de todas estas cosas. No importa realmente, lo que sí importa es que en poco tiempo volverá a su vida habitual, con lo que eso implica, el dolor por quien no está y la alegría de estar vivo y cerca de su familia, amigos y compañeros.
La verdad es que estamos muy contentos y con emociones encontradas, deseamos que el miserable que provocó esta situación pague como corresponde. Lamentablemente ya sabemos como son las cosas y cada día debemos acostumbrarnos a la impunidad total. Pero no dejamos de tener fe y seguiremos pidiendo por justicia.
Tal vez algún día las cosas cambien, por el recuerdo de tantos y para el bien de todos.
